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Analizan en FARQ el uso de la bicicleta

Para promover el uso de la bicicleta como un medio de transporte en Nuevo León falta mucho trabajo por hacer, de acuerdo con especialistas de la Facultad de Arquitectura (FARQ).

Y es que 3 expertos concordaron en un mismo punto: existen diversos factores que hacen que andar en bicicleta en la metrópoli sea riesgoso.

Yesel Proveyer, profesora de FARQ y usuaria de este medio de transporte que estudia la percepción de seguridad en su uso, señala que es peligroso andar por la ciudad, pero que la diferencia está en exponerse a la calle y el tráfico.

“Yo la uso todos los días que voy a la Facultad y también para hacer mandados. Algunos fines ruedo con grupos que promueven la movilidad ciclista aquí, en San Nicolás. De hecho, muchas personas me comentan que si hubiera una infraestructura que les diera y brindara seguridad, usarían más la bicicleta”, señaló la profesora. 

Para Yesel no solo se trata de contar con infraestructura, sino que es más importante la educación vial. 

“Lidiar con los problemas de tráfico, la concientización de todos los que se mueven en la ciudad, conciencia civil, todas estas cosas enseñadas a los jóvenes podría impactar positivamente en el futuro de la movilidad de la ciudad”, afirmó Yesel.

Para Yesser Caraballo, Coordinador de Expresión Gráfica de la Licenciatura en Diseño Industrial y también usuario de este medio de transporte, no se tiene en cuenta en la planificación y políticas del transporte público, así como las cualidades de la infraestructura, distancias y condiciones climáticas de la urbe no propicia una adopción natural del medio de transporte.

“El principal reto es la percepción de riesgo alto acompañado de un peligro real de ser atropellados por conductores irresponsables y mal intencionados. No existen carriles dedicados a la circulación en bicicletas u otros medio de tracción humana”.

Para Caraballo existen 2 factores que atentan contra los ciclistas: el primero es el aumento general de la temperatura dentro de la ciudad por la disminución de la cobertura boscosa en las vías de circulación; el segundo es la falta de educación general de los ciudadanos que conlleva a un consumo excesivo del auto en detrimento del transporte colectivo.

De acuerdo con Caraballo estas situaciones generan una saturación en el uso de las vías y por ende aumenta los peligros para los más vulnerables: el peatón y los ciclistas.

El uso de la bicicleta permite conectar tanto con la naturaleza como con las personas, sobre todo con grupos de ciclistas y es un estilo de vida para quienes lo practican, esto de acuerdo con Alfredo Valencia, docente de la FARQ y también usuario de la bicicleta.

El docente de la FARQ explica que algunos retos que enfrentan los ciclistas son la ignorancia en materia de Leyes y Reglamentos, la falta de empatía de los vehículos motorizados y la falta de infraestructura de movilidad para la bicicleta. 

“Muchas de las ciclovías están planeadas por quienes no las utilizan al igual que las redes de transporte por lo que hace mucha falta instrumentar herramientas participativas en tales diseños, hace falta deconstruirse en torno a la idea de un transporte privado como el automóvil visto como una solución, que por el contario a ser una solución está saturando las ciudades, agravando sus problemáticas ambientales y de desigualdad social”, señala Valencia.

Para el especialista, la bicicleta es el vehículo del futuro, un agente de cambio en comunidades rurales, es sumamente incluyente y no contamina, además de que promueve un estilo de vida saludable.

Responsable: Facultad de Arquitectura